Constituir una empresa en Chile: Una guía paso a paso

Emprender un negocio en Chile puede ser una experiencia emocionante y gratificante. Sin embargo, el proceso de constituir una empresa puede ser complejo y requerir una comprensión clara de los requisitos legales y administrativos.

25 ABR 2024 · Lectura: min.
Constituir una empresa en Chile: Una guía paso a paso

En este artículo, te guiaremos paso a paso a través del proceso de constitución de una empresa en Chile, desde la elección de la estructura legal hasta el inicio de actividades.

Pasos a seguir

  1. Elección de la estructura legal: El primer paso es elegir la estructura legal adecuada para tu negocio. Las opciones más comunes son:
    • Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRL): Es una estructura simple y adecuada para pequeñas empresas con un solo propietario.
    • Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL): Es una estructura más compleja que permite tener varios socios y limita la responsabilidad de los mismos al capital aportado.
    • Sociedad por Acciones (SpA): Es una estructura similar a la SRL, pero con mayor flexibilidad y formalidades.
  2. Nombre de la empresa: Debes elegir un nombre único para tu empresa que no esté ya registrado en el Registro de Comercio. Puedes realizar una búsqueda de nombres en línea para verificar la disponibilidad del nombre deseado.
  3. Elaboración de estatutos: Los estatutos son un documento que define las reglas de funcionamiento de la empresa. Es importante que los estatutos sean claros y completos, y que se ajusten a la estructura legal elegida.
  4. Obtención del Número Único de Identificación Tributaria (RUT): El RUT es un número único que identifica a la empresa ante el Servicio de Impuestos Internos (SII). Puedes obtener el RUT en línea o en una oficina del SII.
  5. Inscripción en el Registro de Empresas y Sociedades: La inscripción en el Registro de Empresas y Sociedades es obligatoria para todas las empresas en Chile. Puedes realizar la inscripción en línea o en una oficina del Registro Civil.
  6. Obtención de permisos y licencias: Dependiendo del tipo de negocio, es posible que necesites obtener permisos y licencias específicos. Por ejemplo, si vas a abrir un restaurante, necesitarás obtener una patente municipal.
  7. Inicio de actividades: Una vez que hayas completado todos los pasos anteriores, puedes iniciar las actividades de tu empresa. Debes informar al SII del inicio de actividades y cumplir con todas las obligaciones fiscales.

Beneficios de contratar un abogado

Contratar un abogado para que te ayude con el proceso de constitución de una empresa puede ser una buena opción, especialmente si no estás familiarizado con los requisitos legales y administrativos. Un abogado puede:

  • Asesorarte sobre la mejor estructura legal para tu negocio.
  • Redactar los estatutos de tu empresa.
  • Tramitar la obtención del RUT y la inscripción en el Registro de Empresas y Sociedades.
  • Obtener los permisos y licencias necesarios.
  • Ayudarte a cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales.

Inicio de actividades

Una vez que hayas completado el proceso de constitución de tu empresa, puedes iniciar las actividades. Debes informar al SII del inicio de actividades y cumplir con todas las obligaciones fiscales.

Constitución de sociedad por extranjeros

Los extranjeros pueden constituir una empresa en Chile de la misma manera que los chilenos. Sin embargo, hay algunos requisitos adicionales que deben cumplir, como:

  • Obtener una visa de negocios o de inversionista.
  • Presentar un certificado de antecedentes penales del país de origen.
  • Depositar un capital mínimo en una cuenta bancaria chilena.

Recursos adicionales

Conclusión

Constituir una empresa en Chile puede ser un proceso complejo, pero con la planificación y el asesoramiento adecuados, puede ser una experiencia exitosa. Si estás considerando emprender un negocio en Chile, te recomendamos que investigues cuidadosamente los requisitos legales y administrativos, y que busques el asesoramiento de un profesional si lo necesitas.

Escrito por

Bloomfield y Cía. Abogados

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